La masa madre es un fermento compuesto de harina y agua que no contiene ningún tipo de levadura añadida. Se lleva empleando en la elaboración de pan desde hace miles de años, pero desde el siglo XX ha tomado especial relevancia, llegándose a utilizar como referente de calidad. En el blog de hoy, vamos a contarte tres de las características más beneficiosas del plan de masa madre.

Beneficios nutricionales

La harina contiene unos compuestos naturales llamados fitatos que unen los minerales, lo que dificulta su absorción. No obstante, los iniciadores de la masa madre contienen ácido láctico, que ayuda a neutralizar los fitatos y despeja el camino para que el cuerpo absorba estos minerales.

Además, la composición de la masa madre alberga numerosos nutrientes como vitaminas del grupo B, vitamina E, calcio, magnesio o potasio. Es importante destacar el alto contenido de carbohidratos que tiene este tipo de pan. 

Beneficios digestivos

La larga fermentación de la masa madre favorece la producción de probióticos y prebióticos. Debido a las altas temperaturas a la que se hornea el pan, los probióticos no llegan al producto final. Sin embargo, sí que podemos contar con los prebióticos, que funcionan como sustrato para las bacterias buenas en el intestino.

Por otro lado, si la masa madre está hecha con harinas integrales, tendrá altos niveles de fibra dietética. Esto ayudará a mantener el tracto digestivo limpio y la flora intestinal saludable,

Beneficios de conservación

Los iniciadores de la masa madre contienen levadura salvaje, que actúa como un conservante natural y elimina la necesidad de conservantes artificiales. De esta manera, el pan se mantiene fresco durante más tiempo.

En El Mimbre ofrecemos una amplia selección de panes elaborados con masa madre. ¿Te animas a probarlos?